Kislev es una raza jugable introducida en Total War: Warhammer III. Son una orgullosa nación humana situada al norte del Viejo Mundo, conocida por sus duros inviernos y su firme oposición al Caos. En batalla, Kislev cuenta con multitud de unidades híbridas, una fuerte caballería y muchas unidades de osos.
Previamente en Total War: Warhammer y en Total War: Warhammer II, Kislev era una facción menor no jugable que usaba las unidades del Imperio.
Estilo de juego[]
- Devoción, un recurso único para las facciones kislevitas, se consigue ganando batallas contra las fuerzas del caos y a través de edificios especiales, y se pierde al combatir contra otras facciones kislevitas. Cuando la devoción está muy baja, ejércitos del caos pueden aparecer para atacarte. La devoción se gasta en Invocaciones de la Madre Patria, cuatro rituales diferentes, uno para cada dios principal de Kislev (Ursun, Salyak, Tor y Dazh), que otorgan grandes bonificaciones temporales. Además de eso también se usa para construir ciertos edificios.
- La Corte de Hielo y La Gran Ortodoxia compiten por Partidarios, un segundo recurso especial para las facciones kislevitas. Cuantos más partidarios poseas, más probable es que las facciones menores de Kislev acepten confederarse contigo. Tanto el dinero como la devoción pueden usarse para disminuir el número de partidarios de la facción rival. Los Predicadores de Ursun pueden usar los partidarios para mejorar relaciones con cualquiera de las otras dos facciones.
- Los Atamanes son señores únicos que no ganan experiencia, sino que ganan rasgos con el tiempo que pueden ser beneficiosos para la provincia en la que se encuentran o para el ejército al que lideran. Por cada dos provincias que controles, tendrás un Atamán disponible, y puedes reclutar a los atamanes completamente gratis para que lideren un ejército, a coste de necesitar nombrar un atamán nuevo para la provincia.
- La Corte de Hielo (mecánica) sirve para entrenar a las Brujas de Hielo y a las Doncellas de Hielo, permitiendo su reclutamiento a un coste reducido, con varios niveles de experiencia adicionales, así como con rasgos de tu elección para potenciar los ejércitos en los que se encuentran.
Trasfondo[]
El Reino de Kislev, a veces llamado el Reino de la Reina de Hielo, es la nación humana más septentrional en el Viejo Mundo, una poderosa nación de guerreros que es conocida por poseer algunos de los mejores jinetes que jamás hayan vagado por las llanuras de los reinos sureños. Desde las Montañas del Fin del Mundo al este y el Mar de las Garras al oeste, Kislev se haya en las fronteras de la civilización humana. Solitarios pueblos se encuentran aislados en el vacío paisaje, mientras tres grandes ciudades (Kislev, Erengrado y Praag) se alzan como enormes islas de piedra.
Kislev es una tierra cubierta por enormes estepas, profundos bosques boreales, y tronantes ríos helados. En el sur, el clima es más suave, lo que permite agricultura a gran escala, aunque los inviernos siguen siendo tremendamente fríos. Al norte, Kislev se vuelve cada vez más frío y estéril, hasta acabar en la tundra pantanosa del Territorio Troll. En resumen, el clima es duro e implacable, los inviernos largos y oscuros. Solo los más fuertes, los más determinados pueden sobrevivir aquí.
Los habitantes de Kislev son esa misma gente, una raza de duros guerreros, valientes y decididos en la defensa de su tierra natal contra los odiados barbaros del norte. Gobernados por los poderosos Zares, Kislev es una nación nacida de la silla de montar, los ancestros de los grupos étnicos principales de Kislev (los Gospodares, comunes en el sur y en las ciudades, y los Ungols, más presentes en las fronteras) se pueden rastrear hasta los grandes jinetes de las Estepas Orientales miles de años en el pasado.
Desde la fundación de este reino mítico, Kislec se ha hallado bajo asedio por las malvadas fuerzas del Caos. Es un reino que se halla siempre al borde de la aniquilación total. Incontables generaciones de kislevitas han luchado, sangrado y muerto en la nevada tundra de las duras tierras septentrionales, y es gracias a estos guerreros kislevitas que los reinos de los hombres han florecido en el sur, acurrucados en sus seguros y calientes hogares, mientras los hijos de Kislev han luchaban hasta su último aliento.
La tierra de Kislev posee una magia única que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo: la magia de hielo. Este saber increíblemente poderoso y peligroso fluye a través de toda la región, y su poder alcanza su punto álgido dentro de sus fronteras en con el frío.
Los kislevitas son gentes supersticiosas y muy religiosas. Por encima de todo reverencian al Ursun el dios-oso (señor del invierno, coraje y fuerza, guardián de Kislev) y parecen tener una afinidad especial con los osos. Otros dioses importantes serían Dazh (dios del sol, fuego, verano, familia y hospitalidad), Salyak (diosa de la curación y la comodidad), y Tor (dios guerrero de las tormentas y la venganza). También respetan a Ulric (dios de los lobos, el invierno y la batalla, principalmente adorado en el Imperio) como familiar de Ursun. Los kislevitas generalmente ven a los sureños (gentes del Imperio o Bretonnia) como suaves y perezosos, mientras que los sureños los ven com un pueblo sin civilizar y austero. Pese a esto, Kislev mantiene buenas relaciones con El Imperio y los Enanos, aliados en la guerra eterna contra el Caos.
Facciones[]
Facciones jugables[]
La Corte de Hielo, liderada por la Zarina Katarin.
La Gran Ortodoxia, liderada por Kostaltyn.
Predicadores de Ursun, liderados por Boris Ursus.
Hijas del Bosque, lideradas por la Madre Ostankya.
Expedición de Kislev, liderada por el Príncipe Yuri.
Facciones menores[]
Facciones exclusivas de la campaña de El Dios Perdido:
- Guarnición de Dervingard
Facciones introducidas en El Reino del Caos:
- Clan Ropsmenn1
- Congéneres de Ungol1
- Enclave de Druzhina1
- Hermandad del Oso1
- Rebeldes de Kislev1
Total War: Warhammer 1 & Total War: Warhammer 2:
- Kislev
1 - Facciones presentes en Imperios Inmortales